Es placer de pocos contar con imágenes para relatar una historia, la presencia o ausencia de fotografía que ilustre una experiencia es penosa o gratificante. En este caso, encontrar en el ciberespacio éstas imágenes fue muy reconfortante. Tenía en 1964, apenas seis años y recuerdo perfectamente estas casas ya que solía acompañar a mi abuelo a buscar en su carretilla, leña o aserrín, en las barracas existentes en Av. España. En el trayecto observaba, cómodamente arriba de la cerreta pero cuando a veces estaba muy cargada, le ayudaba empujando; el entorno por donde se desplazaba raudo mi querido viejo, ya cansado, fue muchas en veces estas avenidas y estas casas.Yo las miraba feliz y me imaginaba cosas, cosas de niño...pero miraba orgulloso y agradecido a mi viejo Valentín.
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